miércoles, 26 de noviembre de 2008

30 DE NOVIEMBRE

Tal día como hoy pero hace 29 años, entre las 7:00 y 7:30 de la mañana, nació una niña con 4 kg 400gr.

Le costó llegar al mundo porque por un problema de dilatacón de su madre, los médicos creían que aún le quedaba rato por venir al mundo.

La madre sabía que aquella niña estaba preparada para salir e insistía que tenía que dar a luz ¡ya! pero los médicos hacían caso omiso a sus palabras y cuando llegó el momento aquella niña nació morada, sin latido por unos segundos, sin ningún esfuerzo por querer respirar.

Por suerte, la reanimaron y consiguió romper en llanto pero algo no funcionaba bien. Fue todo tan rápido, que la hicieron daño al nacer, le sacaron las caderas.

Durante un tiempo llevó un aparato para poner esa caderas en su sitio pero parecía que todo seguía igual. Tenía casi un año y no conseguía moverse del suelo, ni gatear, ni ponerse de pie con ayuda... sus piernas eran débiles. El médico parecía no estar preocupado, aconsejaba a la madre que tuviera paciencia, que aquella niña con el tiempo conseguiría andar. Como buena madre, no podía quedarse con los brazos cruzados y decidió visitar a otro médico, este le dijo que el otro doctor se había equivocado de aparato y habían atrofiado el nervio que manda al cerebro que esa niña andara. Le aconsejó muchísima rehabilitación y a pesar de aquellos gritos de dolor poco a poco la niña consiguió andar.

Dos años después, fueron a visitar al primer médico. Este no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos. Aquella niña ¡andaba! y no supo otra cosa que decir: -Si vd. me hubiera hecho caso, tendría hoy a su hija en una silla de ruedas.

Ella, abrió la consulta para que todo paciente que hubiera allí la escuchara, diciéndole barbaridades pero sin perder su educación. Con la cabeza bien alta salió de aquel lugar.



Hoy, aquella niña que nació un 30 de noviembre de 1979, os escribe sentada pero no en una silla de ruedas. GRACIAS MAMÁ. POR QUE SIN TI.... ¡QUÉ HARÍA YO SIN TI! TE QUIERO