lunes, 7 de julio de 2008

7 DE JULIO DE 2007



Hacía calor pero aún así, mi amiga Ali y yo decidimos dar una vuelta y visitar una tienda de zapatos nueva en un barrio de Alicante.

Después de mucho ver y comprar nos subimos al coche, íbamos hablando y un semáforo se puso en rojo cuando veo que un chico que conducía una moto estaba escuchando nuestra conversación. Me sonrió, le sonreí y le invité a continuar la conversación con un ¿a que sí? ¿ a que estoy mejor sola? ( ibamos hablando de que yo no quería novio, que soltera estaba bien), entonces el semáforo se puso verde. Le dije hasta luego con la mano y giré a la derecha, él giró a la izquierda.


El siguiente semáforo también se me puso en rojo y fue entonces cuando escuché:


-hola guapa!, me llamo Sergio y tú cómo te llamas? me das tu teléfono? te llamo y quedamos, qué te parece?





me quedé... que si me pinchan no me sale sangre.


Me estuvo llamando ese día, al día siguiente, el siguiente y todos los días para quedar, me costó un poquito hasta que al final opté por conocerlo.


El chico me gustaba, era majo, cariñoso, atento pero después de quedar con él dos veces más desaparecí.





Quería salir conmigo, decía que era especial, que no había conocido a nadie como yo, tan risueña, tan simpática... entonces pensé:- mejor desaparecer porque a todos nos gusta que nos digan cosas bonitas pero ellos, casi todos son iguales. No quería sufrir, ya lo había pasado mal otras veces, otra más, me negaba.





El chico estuvo 4 meses sin parar, día tras día mandándome mensajes, haciéndome llamadas... insistiendo a todas horas, desde su móvil ,desde otros números, sabía que era él y no le cogí ni una sola llamada.


Un día de diciembre me llaman desde un número que no me había llamado nunca, era un domingo, no sé por qué, ese día cogí el teléfono, no sé por qué sentí algo especial. Lo descolgué, entonces oí su voz. Mil mariposas revolotearon en mi estómago y su voz sonaba alegre por escuchar la mía.


A la semana siguiente volvimos a quedar unas cuántas veces más.


Desde entonces no nos hemos vuelto a separar, y fue el 1 de enero cuando decidí por fin ser su pareja oficial después de seguir insistiendo.


Es cierto el refrán ese que dice: el que la sigue la consigue.


Y es que no se puede hablar, no querías sopa, pues toma tres tazas!!!!

Desde febrero estamos viviendo juntos, menos mal que no quería nada!!!!


Es mi noche, mi día, mi sol, mi luna, mi vida, mi muerte, lo quiero tanto... aunque él no se lo cree...

GRACIAS CARIÑO, POR INSISTIR, POR CUIDARME, POR QUERERME...

TE QUIEROOOOOOOOOOOOO