Me encantan las hadas, todas me parecen fantásticas.
Son dulces, traviesas, risueñas, frágiles, mágicas... cada una de ellas tiene algo especial que me caracteriza. Pertenecen a un mundo lleno de sueños, de ilusiones, de deseos, de encanto...
Habitan en los bosques encantados donde se respira magia y tranquilidad.
Creo en este mundo, a pesar de que ya soy mayorcita y crecí hace unos cuantos años... pero no he dejado de creer en aquellas cosas que de niño te hacen tanta ilusión.
Mi niña interior no se fue nunca y aunque hubiese querido marchar jamás la hubiera dejado.
Sé que existe este mundo tan maravilloso y todo ser mágico que habita en él, no dudes en creer porque entonces las hadas mueren, desaparecen.
¿Mi preferida? ya sabeis cuál es, Campanilla. La llevo siempre conmigo, me acompaña allá donde vaya, me da seguridad, forma parte de mí, y la luzco siempre con mucho orgullo. El otro día investigando ví una igualita que la mía, aquí os la enseño.
HAZ DE TU VIDA UN SUEÑO,
Y DE TU SUEÑO, UNA REALIDAD
