martes, 27 de mayo de 2008

CON CUATRO OJOS


Si, si, con cuatro ojos !y cuarenta! tenemos que ir en la carretera.

El otro día iba yo tan tranquilita, por la misma carretera de siempre, la misma hora de siempre, en dirección al mismo trabajo de siempre. Delante de mí iba una chica que sin dejar de tocar todo el rato los frenos iba dándome un poquito por saco, pensé: "esta, lleva prisa" así es que decidí adelantarla. La dejé atrás, ya lejos, o por lo menos eso creía yo, cuando me ví obligada a parar en un ceda el paso. En cuestión de segundos creo que volví a desayunar, porque se me subió hasta el estómago. Aquel coche que adelanté me comió enterita y le dió un besito en el culito a mi coche. Madre mía cuando bajé de él! pero es que la veía venir! Lo primero que me "soltó" la tía fue un "lo siento, es que llego tarde al trabajo y no me ha dado a tiempo a frenar" . Bueno, me puse de todos los colores, le dije que si no quería llegar tarde iba a llegar MÁS tarde y que se levantara más temprano como hago yo. Desde luego lo que hay que ver. Se quedó agustito diciéndome aquello. Pues por no querer llegar tarde estoy en mi casa, más aburrida que un mono en el zoo, con un esguince cervical, sin poder ir a ningún sitio, sin poder dormir bien, echando de menos mi trabajo, con rehabilitación, y lo que es peor, jalando sin parar. Uffff, lo que me espera.

2 comentarios:

Ana Ortiz dijo...

Veo q no sólo en mi país toman las calles como pistas de carreras.
Espero te mejores y se mejore lo de tu cuello.

campanilla dijo...

muchas gracias wapa! con paciencia, no tengo otra. un beso!